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Azierta presenta su proyecto de rehabilitación de firmes en Cuenca
La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento ya tiene en su poder el proyecto elaborado por Azierta para la rehabilitación estructural de firmes de 46 km. de la carretera N-420, que conecta Córdoba y Tarragona.
La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento ya tiene en su poder el proyecto elaborado por Azierta para la rehabilitación estructural de firmes de 46 km. de la carretera N-420, que conecta Córdoba y Tarragona. Se trata de una carretera de calzada única con dos carriles de 3,5 metros cada uno y sendos arcenes de 1,5 metros. Dicho proyecto, que reformará la vía a su paso por la provincia de Cuenca entre los puntos kilométricos 386+146 y 432+0000, tiene un presupuesto total de cinco millones de euros. Azierta cuenta con una enorme experiencia en el estudio, trazado y conservación de carreteras, que ha puesto al servicio de este proyecto específico para que pueda realizarse con todas las garantías de seguridad y tecnología.
De forma básica, son cuatro tramos de actuaciones diferentes que se llevarían a cabo en este proyecto. En el primer tramo, se excavaría la explanada existente hasta una profundidad de 0,98 metros bajo la rasante actual, para después rellenar 55 centímetros con suelo seleccionado, 25 centímetros con zahorra artificial y 18 centímetros más con mezcla bituminosa. En el segundo tramo, se haría el fresado del firme actual hasta una profundidad de 9 centímetros bajo la calzada actual y 4 centímetros bajo los arcenes. A continuación, el tramo posterior incluye el fresado del firme actual hasta una profundidad de 5 centímetros bajo la rasante actual, tanto en la calzada como en los arcenes. Y, el tramo final, un recrecido de 6 centímetros sin fresado en la calzada y arcenes en los tramos donde la inspección visual manifiesta que no hay agotamiento del firme.
De los aproximadamente cinco millones de euros de presupuesto de la obra, el grueso, 3,3 millones se los llevaría el afirmado del terreno. El proyecto incluye el drenaje en puntos singulares de la vía, la instalación de nuevos barreras de seguridad en un tramo en el que no existen (no así la actualización de las actuales, ya que existen proyectos específicos para ello) y el estudio de gestión de residuos.
La campaña de inspección visual de este tramo se realizó en varias fases alcanzando hasta septiembre de este año, en una carretera que tiene una intensidad media diaria de vehículos pesados inferior a 200. Los resultados de evaluación y análisis indicaron que esta carretera precisa de una rehabilitación estructural y no superficial. Debido al especial deterioro de los tramos afectados, dentro del proyecto se incluye la eliminación parcial del firme existente. No obstante, hay un tramo, el comprendido entre los puntos kilométricos 407+570 y 409+555, que no necesita fresado ni recrecido, basta con sellar las grietas transversales y longitudinales de la calzada, ya que no se deben al agotamiento estructural.
Los proyectos de conservación de carreteras son una de las grandes exigencias de las asociaciones del sector para que las vías españolas estén en condiciones de ayudar a la prevención de accidentes, y precisamente esta misma semana el Ministerio de Fomento, a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre, ha publicado en el BOE la licitación de 41 nuevos proyectos de esta naturaleza. Los tramos licitados se localizan en 25 diferentes provincias y las obras tendrán un presupuesto global de 103 millones de euros.
De forma básica, son cuatro tramos de actuaciones diferentes que se llevarían a cabo en este proyecto. En el primer tramo, se excavaría la explanada existente hasta una profundidad de 0,98 metros bajo la rasante actual, para después rellenar 55 centímetros con suelo seleccionado, 25 centímetros con zahorra artificial y 18 centímetros más con mezcla bituminosa. En el segundo tramo, se haría el fresado del firme actual hasta una profundidad de 9 centímetros bajo la calzada actual y 4 centímetros bajo los arcenes. A continuación, el tramo posterior incluye el fresado del firme actual hasta una profundidad de 5 centímetros bajo la rasante actual, tanto en la calzada como en los arcenes. Y, el tramo final, un recrecido de 6 centímetros sin fresado en la calzada y arcenes en los tramos donde la inspección visual manifiesta que no hay agotamiento del firme.
De los aproximadamente cinco millones de euros de presupuesto de la obra, el grueso, 3,3 millones se los llevaría el afirmado del terreno. El proyecto incluye el drenaje en puntos singulares de la vía, la instalación de nuevos barreras de seguridad en un tramo en el que no existen (no así la actualización de las actuales, ya que existen proyectos específicos para ello) y el estudio de gestión de residuos.
La campaña de inspección visual de este tramo se realizó en varias fases alcanzando hasta septiembre de este año, en una carretera que tiene una intensidad media diaria de vehículos pesados inferior a 200. Los resultados de evaluación y análisis indicaron que esta carretera precisa de una rehabilitación estructural y no superficial. Debido al especial deterioro de los tramos afectados, dentro del proyecto se incluye la eliminación parcial del firme existente. No obstante, hay un tramo, el comprendido entre los puntos kilométricos 407+570 y 409+555, que no necesita fresado ni recrecido, basta con sellar las grietas transversales y longitudinales de la calzada, ya que no se deben al agotamiento estructural.
Los proyectos de conservación de carreteras son una de las grandes exigencias de las asociaciones del sector para que las vías españolas estén en condiciones de ayudar a la prevención de accidentes, y precisamente esta misma semana el Ministerio de Fomento, a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre, ha publicado en el BOE la licitación de 41 nuevos proyectos de esta naturaleza. Los tramos licitados se localizan en 25 diferentes provincias y las obras tendrán un presupuesto global de 103 millones de euros.
